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martes, 30 de noviembre de 2021

La poesía es salud

Somaticemos las emociones que nos arrasen al leer versos y así nuestro organismo y sus funciones verán manifestados sus beneficios.

En un momento tan delicado para la salud mundial, es tan necesario que todo se complemente en pro de la salubridad individual y colectiva, que se me eriza la piel con tan solo pensar que el yo entregarme sobre el papel ha podido regalar sonrisas, lágrimas de emoción y sorpresa e impacto sentimental.
Y me remueve no desde el ego de haber logrado yo eso en personas, me remueve desde el sentido existencial y metafísico. Lo hace porque está demostrado que todo ese cúmulo de sensaciones tienen sus repercusiones a la hora de generar anticuerpos y defensas. Cada vez que nuestra mente vive instantes positivos, estos se ven reflejados a corto o largo plazo en nuestro cuerpo. Lo mismo pasa cuando la recepción mental es negativa.
Por ello mismo, y como a veces parece difícil encontrar estímulos agradables, hoy por hoy yo me alimento de vida cuando pienso en esas personas que, sin impostar para hacer sentir bien o por otros motivos, realmente me han transmitido que mis palabras y versos les han concedido cierto bienestar aunque sea en un breve espacio de tiempo. A ellos y a los que se sumen a esa corriente de aquí en adelante, GRACIAS POR SER VITALIDAD Y POR PERMITIRME SIN CONTROL SERLO PARA VOSOTROS/AS.
Feliz día, sigamos retroalimentándonos para darnos salud mental y física.

domingo, 10 de octubre de 2021

COMUNICACIÓN POÉTICA


En esta ocasión os comparto un regalazo formidable que me sorprendió de un compañero poeta que, además, también decidió leer "La subversión de los vientos" como bien se percibe en la fotografía de cabecera. Fue una sensación de comunicación única entre almas, siendo receptor de sus versos destinados a mi persona y, a la vez, emisor de esos 81 poesías que conforman el poemario. 

"ÁNGEL DE TIERRA FIRME"

Ángel de tierra firme,
de palabras calladas que vuelan,
recogiendo ternura, sensibilidad,
sueños efímeros, locuras,
en el asfalto, en las calles,
en las aulas, en las ciudades
y en las aceras.

En los rostros,
en las miradas,
en sus bocas selladas,
vendiendo quimeras,
sucumbiendo a la tempestad,
resucitando con el rayo de sol que despierta,
con la alegría empujando ilusiones,
arropado por manos tiernas,
palabras generosas y,
corazones de puertas abiertas.

Ángel de tierra firme,
interrogantes que abren tu mundo
y lo cierran,
que guardan sentimientos,
amor pintado de colores y,
sueños en los que fantaseas,
mientras se baten en la noche
y caminan por otras sendas.

Pasión, locura, caricias
que rompen barreras,
impaciencia, excitación
para vivir, soñar despierto,
y recrearte en aventuras nuevas.

Sucumbir en el éxtasis de las palabras,
en su seducción,
recorrer cuerpos, mapas,
tocar con la punta
de tus dedos las estrellas
y sentir la libertad
sin que nada
ni nadie frene los impulsos,
los latidos en tu pecho
y en el alma la esperanza
para salir a escena,
mostrando al mundo tus versos...,
y tus poemas.

Manuel Espejo Jurado



miércoles, 1 de septiembre de 2021

La crudeza de algunos intervalos vitales

Isabel nos eleva por su escalera de caracol, o quizá nos descienda hasta dejarnos los pies, la mente y el alma sobre la realidad terrenal.

Arropa al tiempo primero, le confiesa ser hogar del cual escapar en ocasiones. 'No pensar qué habrá detrás de la ventana. No quieres saberlo.' Y es que 'eres materia en suspensión. Esperas.' Así sucede a veces, creemos que desaprovechamos intervalos temporales pero, realmente, maduramos nuestra existencia. Entre soledades decides estar con compañías reminiscentes, cual flashback. 'Pensé si serías el eco profundo de la cueva que guarda elementos de rescate'. Porque aunque sea por un ente invisible, por un metahumano transferido de la mente al mundo físico, a veces necesitamos que nos rescaten. Para eso también hay tiempo, tanto como ha de haberlo para rescatar a quienes lo precisen -y muchas otras veces incluso a quienes no lo precisan-. Yo también 'busqué la huella de quien pudiera abrazarme' y la vida me 'sorprendió con almas blancas'. Es lo que tiene el tiempo, sus intervalos, que contienen soledades y regazos al igual que sufrimientos y felicidades.

Por ello, también afloran vuelos. Vuelos plasmados en este título. Vuelos de todos y vuelos exclusivos. Vuelos como si fuésemos niños. Vuelos para huir cuando 'hay fuego al final del horizonte y el agua no pudo apagar las llamas'. 

Entonces aparecen ellas, se materializan las palabras entre nubes de algodón y de humo. Palabras habladas, palabras calladas y palabras de incógnito entre silencios. Y llega la personificación de términos como 'comunicación', 'aceptar', 'espuma', 'please' o 'atmósferas' que se crean con diosas como Afrodita, generadora de vida con su belleza y sensualidad. O su semejante romana cuando esta griega mira su reflejo y ve a Venus. Porque, como todos, dependiendo de sus intervalos emocionales no siempre se siente griega ni siempre romana. Tiene palabras de pensamientos entre los cuales vuela en tiempos diferentes siendo Afrodita y Venus. Combatiendo así las balas, evitando caer en trincheras. Toda una guerrera cuya valentía no hace falta ni nombrar por su evidencia. Quizá no es tan solo Afrodita o Venus, quizá también es Isabel e incluso su hija Raquel -quien le dedica unas palabras acertadas en la contraportada-. Dos mujeres que, como las mitológicas diosas, poseen latidos de fuego y latidos nocturnos. 

Todo concluye regresando de las luchas, de los cielos surcados y del propio tiempo, al papel para allí retomar apuntes. Entregada a ellos, crea su 'akelarre' natural con una 'escala musical sobre la hierba'. Y entre melodías yo también quiero ser, yo también quiero lograr 'el cuerpo y la mente en unicidad'.

miércoles, 26 de mayo de 2021

Día de África, tertulia chilena y paseo de diversidad natural


Hoy amanecí entre la poesía y África, o quizá no entre ambas sino más bien en uno de sus puntos de encuentro. Lo he hecho visualizando un programa que conmemoró el tan necesario día de ayer, necesario para no olvidar de dónde surgió todo en torno a la humanidad y de dónde siguen surgiendo muchos aspectos de interés que intervienen o repercuten a todo el mundo, a la historia y a la evolución de nuestra especie. En tal programa, entre los participantes, se encontraba Aurora da Cruz, a quien cada vez tengo mayor estima por su fondo, su manera de mirar y afrontar la vida y por todo lo que tiene para dar al resto desde sus vivencias. Me quedo, como siempre, con muchas cosas de lo que entregó, pero quiero destacar esa honestidad al amar profundamente su lugar de origen sin que ello le impida ver y ser crítica con los errores humanos o de actitud que allí, en África, también suceden: hay cinco etnias principalmente en la nación limítrofe a Santo Tomé y Príncipe, en Guinea Ecuatorial, (los fang, los bubis, los annoboneses, los ndowe y los bisios), y esta necesidad de pertenencia a una etnia concreta no sucede en la isla nombrada y, por ello, por algunos guineanos existe cierto distanciamiento con estos vecinos por ese choque cultural y esto puede causar sentimiento de discriminación entre sus habitantes, sobre todo en la infancia. Con lo bonito que es aceptar la diversidad y complementarnos, ¿verdad? Os dejo el programa entero, por si lo queréis ver.

Y en el Día de África, ayer, emigré hasta Chile a través de la interesantísima tertulia literaria que protagonizaron esta vez David Blanco y Maximo Gonzalez Saez para acercarnos, además de a grandes poetas como Gabriela Mistral, José María Memet, María Ramírez Delgado o Vicente Aleixandre, otra cultura: los mapuche. Conocer sobre este pueblo para poder indagar por mi cuenta, me resultó realmente fascinante. Por supuesto hubieron versos recitados, me encantó deducir del poema "¿Para quién escribo?" esa intención de crear justamente para quien no va a leernos, pues quién sabe lo que colateralmente producirá en sus vidas los versos creados derivado de lo que cale un mensaje en los de su alrededor. Esta es una de las grandes habilidades de las editoriales y sus distribuidoras, la de que lleguen los libros incluso a quienes no le interesan a priori. Así imagino se proponen en la que vinieron a difundir, Mago Editores. Nos contaron también acontecimientos anecdóticos que, por su intensidad, aquí en España o Europa alertarían de suceder y, sin embargo, allí es de lo más natural. Hubo creacionismo, existencialismo, referentes y poesía, sobre todo poesía. Y cada uno se quedó, como siempre, con lo que para sí fuese resonante.

Y marché de Chile apresuradamente para redondear el día dando un paseo por flores rojas, cantar a pleno pulmón por la calle -con mi mascarilla puesta y alejado de masas- al son de letras que hablan de valores entre el bien y el mal y del amor, y compartir tiempo de calidad una vez más con una persona cuyo vínculo se inició con 11 años y aún persiste. ¿Estaremos generando, los lazos de este tipo, nuevas etnias que aporten mayor variedad a nuestra especie? ¿Es posible, perteneciendo a una sociedad, generar otras por costumbres y hábitos? El caso es filosofar, poner un punto reflexivo al sendero que van creando nuestras rutinas... Sentir y pensar, pensar y sentir.




domingo, 16 de mayo de 2021

¡Cuánto bienestar emocional!

Este año, siendo la V Feria del Libro de Puente de Vallecas, se ha conmemorado el centenario del fallecimiento de Emilia Pardo Bazán. Si ha tenido tiempo de ojearnos, desde donde esté, seguro que ha recordado su cita 'Los sentimientos no los elegimos; se nos vienen, se crían como la maleza que nadie planta y que inunda la tierra.'. Y así ha sido porque realmente, sin elegirlo ni forzarlo, se ha materializado sentimiento y naturalidad humana este domingo en el Bulevar vallecano.

Para mí, un día profundamente especial y sanador rodeado de personas con sensibilidades a flor de piel y tremendas ganas de proyectar a la sociedad toda la magia que contienen. Y os aseguro que son mentes que no se conforman con las ganas de, sino que llevan a cabo todo lo que les invade. Maravillosos, repletos de energía. Ha habido poesías, sí, y muy necesarias respecto a lo reivindicativo en torno a lo social y, también, a la búsqueda del sentido vital -de forma introspectiva y exteriorizada-, pero no puedo evitar escribir sobre la poesía andante que he percibido desde mi posición sedentaria. Desde los autores protagonistas, Yolanda Eternamente con "Desde dentro" y Antonio Mata Huete con "Ecos del desasosiego", hasta Aurora da Cruz, Juan Jose Moragrega, Mariwan Shall, Milagros Garcia Fernandez, Angel Luis Gonzalez Ogando y Pedro Mendopapeleria. Qué decir de los dos primeros tras escucharles recitando, tras percibirles con los nervios previos y las lágrimas sobre el escenario. Me quedo con los abrazos de Yolanda y las ganas de comerse el mundo de Antonio. Sobre Aurora, que su sonrisa ilumina y su empatía natural se me ha quedado grabada a fuego en mis ganas de compartir más tiempo a su vera. De Mariwan, su pasión sin censura, su libertad, para gritar a los cuatro vientos sus convicciones y contemplaciones sociales. En cuanto a Juanjo, un verdadero amigo con el que no sólo contar sino también reflexionar y crecer en valores. La autenticidad la representa Milagros, una mujer valiente que desprende familiaridad. A Ángel Luis no lo conocía, tampoco a Pedro, pero el primero me ha abierto la mente con su firmeza para construir una sociedad sin barreras, una sociedad más plena, y el segundo me ha transmitido esas habilidades de interacción que arrebatan todas esas capas que algunas veces nos impiden dar el paso de conocer la diversidad que nos rodea.

Volver a casa con dos títulos que me recuerden eternamente cada instante de este 16 de mayo, es de esos tesoros que modifican los caminos vitales. Gracias a todos los que me habéis rozado hoy, espero que juntos podamos conformar un futuro más justo, humano y libre. Aunque mi energía no sea tan bestia como la vuestra, os prometo que haré lo que este cuerpo serrano me permita para aportaros, porque sé que estaré aportando al conjunto de nuestra especie.

Un cálido abrazo

viernes, 14 de mayo de 2021

Regreso a Roma mediante el acento sonoro de una voz italiana

Fue en el 2013, fue ayer. Hace ocho años sobrevolé Madrid, el Mediterráneo y aterricé en la capital italiana. De capital a capital, contemplando e interactuando con culturas semejantes pero diferentes. Hace veinticuatro horas lo volví a hacer, pero no me limité a Europa, también viajé por Asia a través del haiku y sus orígenes y técnicas. En esta ocasión no necesité billetes, tan solo escuchar a Inma J. Ferrero y a Nikola, su pareja. Qué placer el palpar de nuevo el idioma, indagar por su deducido vocabulario y reconocer palabras que no se acercan al castellano. Acordarme del emperador Vespasiano y de su recinto de luchas a muerte donde la humanidad parecía excesivamente perdida; también del Castel Sant'Angelo, túmulo levantado cuya construcción dirigió Demetriano por ordenanza del emperador Adriano, en el cual me adentré de noche cuando iban a cerrar y me maravilló. Así estuve ayer, yendo y viniendo por el mundo agarrado de las manos de estas dos personas que aprecian y potencian el arte.

Escribir a modo de haiku, como sucede en nuestro entorno occidental, difiere de la esencia cultural y emocional desde la cual se escribían los tradicionales en oriente. Me atrae de sobremanera ese sentimiento para con la naturaleza que conecta, como una fusión plena, la vida humana con la del planeta. Como consecuencia, cuando esto se produce de un modo profundo, se practica como hábito irremediable la contemplación detallada hacia el comportamiento y modificaciones del medio que nos rodee. Es casi como sentir lo que un rayo siente en el momento de verse obligado a traspasar un vidrio, o como arrugarse cuando lo hace por necesidad la morfología rugosa de los árboles. Es ser naturaleza, que es que parece que se nos olvida que lo somos los humanos. Empatizar con ella sin intereses, ni siquiera para que nos devuelva tal empatía, hacerlo por mera existencia.

Aprendí muchas indicaciones a tener en cuenta cuando me aventure a escribir algún haiku, pero entre ellas me quedo con el no usar verbos. Obviamente, encorsetarme dentro de esa estructura 5-7-5 sin rima. También me pareció importante saber diferenciar, por la intencionalidad del mensaje, entre un haiku (asombro por un suceso), un senryü (diversión por un suceso) y un zappai (ocurrencia sin suceso). Quizá este último sea el que más se acerque a la copla española por su flexibilidad y amplitud en métricas y temáticas diversas.

Experimentar, viajar. Quizá no sea cuestión de medios de transportes, a lo mejor se trata de mentalidades. Conectar va más allá de la presencia.

Feliz fin de semana.



viernes, 7 de mayo de 2021

Como si mi silencio pudiese hablar, mi hermetismo desvelado a través de la palabra

Con esta frase Consuelo Jiménez nos entregaba su "Arteria" literaria y también existencial. Nos entregaba ayer su honestidad emocional transmutada a las páginas de un libro, de su poemario. Versos que comprimen dolor, pero es que no olvidemos que somos humanos. Versos que se ensanchan en el vínculo con la naturaleza, y es que somos parte de ella. Versos que identifican también libertades, aunque sea la del alivio de desahogar lo reprimido.

Como bien dijo Miguel-Angel Real, la poesía tiene ese atractivo que tiene el traducir un libro de un idioma a otro, porque se ha de traducir cada verso al lenguaje de la emoción intencionada por parte de su autor. Y estoy totalmente de acuerdo, es una aventura o viaje en el cual se va descifrando y, al mismo tiempo, se va poseyendo esa incertidumbre de si realmente se estará uno orientando bien en el camino propuesto por el creador o, si gracias a la interpretación subjetiva de cada uno, se estará generando un sendero nuevo distanciado del autor pero, al final, el sendero destinado a cada cual tomando como medio ese libro, esas palabras. La vida es así de maravillosa, la literatura también, pueden ponernos delante un mapa con colores fosforitos a los cuales seguir y, sin embargo, llegar al mismo destino serpenteando, creando atajos, descubriendo abismos y hasta levitando. Matices.
Y repleta de matices y sensibilidades estuvo la tertulia con la presentación de Consuelo. También llena de inquietud, somos personas curiosas los que nos juntamos. Unos preguntones que unen cada jueves sus arterias creando ríos de confianza, cercanía, creatividad y conocimientos.

miércoles, 28 de abril de 2021

Pirotecnia del lenguaje y regurgitación de verdades desnudas


He visto a un ave volando con vástagos en el pico, la he visto con el futuro en su boca. Un futuro construido, un nido elaborado desde el hábil y creativo hacer. Un nido versado conformando un libro, un poemario culto pero vivido. Literatura de dedicación, esfuerzo existencial plasmado.

Así me brota presentar la última obra de Idoia Arbillaga, "Creación y vacío", y también lo que me transmitió su ser. Una mente curiosa, pero estructurada. Una psique emotiva, pero sin ausencia de intelecto. También mística, esotérica, pero porque así mismo es la propia vida. Por lo cual, coherente. Una coherencia que se cohesiona escribiendo sobre el árbol de su vida transformado en papel.

Como aprendiz eterno que me considero, absorbí mucho sobre lo que esta autora ya tiene integrado y decidió compartir. Pero no tan solo respecto a la cultura judía, sus referentes literarios o sus metodologías, sino también en torno a aptitudes introspectivas beneficiosas para crecer de forma saludable. Pero vayamos por orden... me atrajo con mucha fuerza su modo de hacer llegar todo lo que rodea al judaísmo, a la Cábala, la Torá y sus influencias de la Biblia. Me arrasó especialmente aquello de 'reparemos el mundo' que en el judaísmo es tan usado como explicación de justicia social: Tikún Olam. Su pasión por descubrirnos, en definitiva, mayor diversidad contenida en nuestro torrente sanguíneo y en nuestra sociedad, aunque sea de un modo desapercibido o desde la ignorancia muchas veces; me inyectó, por otro lado, a Goethe, me derivó a la reminiscencia de la hipotenusa de Pitágoras en un momento dado haciendo alusión a la numerología, me mostró el camino hacia desconocidos para mí como el filósofo y sociólogo Juan Bautista Vico; y, como decía antes, me arropó con sus pequeñas grandes entregas personales como ese recuerdo del magnetismo hacia los libros ya desde niña cuando veía a sus padres ensimismados entre símbolos y páginas.

Qué necesario es indagar, qué necesario es hacerlo sin dejar de sentir con la misma intensidad y verdad. Crece el que está dispuesto a conocer, pero más lo hace el que previamente se ha permitido conocerse.



viernes, 9 de abril de 2021

Pedimos permiso para subir a bordo y 'Desde dentro' navegamos


El viaje rumbo hacia la plenitud, capitaneado por una vela de papel delicada pero firme, nos va descubriendo distintos oleajes, mareas y corrientes tintadas en versos por las diversas brisas de emociones concedidas por Yolanda.

El título de este poemario es muy acertado, pues confieso que logró profundizar en mí desde el principio. Se adentró en mí y yo me adentré entre sus letras y sentires. Conectamos. Tanto fue así que en su tercera poesía, "Entre sombras", no sabría decir realmente si yo era la sombra y ella el ser o viceversa. Pero es que de los 'dolientes jirones' me dejé llevar, a la deriva placentera, hacia los "Jirones" de las decisiones que marcan un antes y un después. Hacia la huida, quizá, pero hacia una huida valiente muy alejada de esa otra cobarde que no quiere enfrentar, una huida en busca de paz mental y amor propio del sano. Una huida hacia el mar del crecimiento como ser. Otra mini parada para zambullirme en el océano, para regocijarme en ese "Ser" poético de Yolanda y, a la vez, ese ser propio. Porque en mi alma tampoco hay lugar ya para más batallas, la vida es demasiado efímera como para desgastarnos entre conflictos y tensiones. Porque, como esa 'sílaba perdida posada en cualquier verso de un poema', mis adentros tan solo solicitan ya el balanceo de la calma y de las cosas hermosas de las personas y de la vida. A lo mejor es que mi "Destino" está 'en el olor a romero de tu piel empapándose en la mía', a lo mejor ahí reside el elixir de esta existencia compartida. Y "Puedo" llegar a alcanzar todo aquello para que, cuando sea parte de mí, me niegue en rotundo a dejarlo escapar. Mientras llego y no, lo que sé es que no cesaré en mi "Búsqueda" marítima del amor y de instantes continuos de felicidad. Intentaré calmar mi "Impaciencia" escuchando melodías ahogadas que focalicen mi avistamiento de tierra. No olvidaré que "El amor tiene puertas" y la bendita "Piel", que hallaré buceando entre corales, me espera ahí fuera.

Esta fue mi travesía. Por eso la tarde de ayer, en la tertulia de Juan Jose Moragrega, la disfruté tanto. Da gusto viajar gracias a pasar un rato con otras almas. Aunque todos, TODOS, contenemos maldad desmedida y bondad desmesurada, es bonito ver cómo unidos nos esforzamos por ser nuestras mejores versiones con nosotros mismos y con los demás. Vayamos a lomos de un barquito de vela de papel o, simplemente, girando sin darnos cuenta en esta rueda denominada planeta. JUNTOS, SIENDO ALIADOS.

viernes, 26 de marzo de 2021

Los griegos y la tragedia. Thanatos y Eros. Ecos del desasosiego y Antonio Mata Huete


Sigmund Freud, uno de los referentes en el psicoanálisis, nombró a la vida como Eros y a la muerte como Thanatos. Incluso en la industria cinematográfica más actual apegada a los cómics de mayor popularidad, se usa hoy día esto para crear a terribles villanos. Pero Antonio busca el equilibrio vital y ambos conceptos recaudan el mismo protagonismo en su nuevo hijo literario. Recopila poemas intimistas, profundamente sentidos, y poemas reivindicativos respecto a la conciencia humana, hacia dónde nos dirigimos como especie y hacia dónde sería lo suyo ir. El escritor admite un trasfondo: este título y su esencia es un poco un arma cargada de futuro, que remueva y llegue para hacer reflexionar. Para ello, rinde homenaje, como medio de transporte de su creatividad y técnica, a lo que él llama sus 'poetas perdidos' como pueden ser Blas de Otero, León Felipe o Gabriel Celaya.

Y desde esa llamada a la aventura, ayer en la tertulia de Juan Jose Moragrega, nos encontramos como primera misión el indagar sobre el grácil papel de la literatura interviniendo en las conciencias. Y es que el cambio, el salto mental hacia una iluminación real alejada de toda divinidad, se produce en un autor cuando se atreve a crear desbloqueando en sí cubículos de su pensamiento y de su personalidad no divisados. Del mismo modo, el lector genera nuevas realidades en su propia existencia cuando se produce la chispa exacta entre la madurez emocional y la permisión del individuo a curiosear con amplitud aquello que otorgan las líneas sostenidas en sus manos. Como el mismo Antonio concede, se sea lector o escritor 'hay que arrancarse las tripas, arañarse los ojos' para quitarse todas esas capas que nos ralentizan como seres y, así, poder ser versiones más completas de nosotros mismos.

Y hubo bastante de esto este jueves, pues entre poemas, cuestiones, indagaciones y divagaciones, concluimos la tertulia, creo yo, con el interior de cada uno de nosotros un poquito más engrandecido. Un engrandecimiento esquivo con actitudes pretenciosas y cercano con las que suman calidad humana.

Feliz fin de semana a todos

miércoles, 24 de marzo de 2021

De la escritura de lo exterior, pasando por una especie de espiral de filtros, hacia la posesión del alma del poeta

Cuarenta años publicando libros, toda la vida escribiendo. Desde "El vuelo liberado", lanzado en la década de los 80', hasta el recién estreno de "Cuaderno de historia". Estos dos dentro de la lírica poética, pero también alberga en su catálogo literario títulos de narrativa, ensayos y estudios sobre otros autores como por ejemplo Javier Egea. Sin duda, la palabra es parte inseparable de la identidad de Manuel Rico.

Erik Homburger Erikson, psicoanalista estadounidense de origen alemán, entendía la identidad como 'un proceso evolutivo ubicado en el núcleo del individuo y en el núcleo de su entorno'. Manuel Rico me transmitió un poco ese concepto explicando que sus primeros libros los siente como vinculaciones sociales y, con el transcurrir temporal, redescubriéndose a sí mismo y a sus letras, ha ido dando soltura en el papel a lo que es él por su mera existencia, vivencias, experiencias y lecturas.

¿Una necesidad del escritor? Le encantaría poder, en sus recorridos por carreteras solitarias entre pueblos del interior peninsular, detenerse en una fonda tres o cuatro días para plasmar y recoger en sus libretas la simple percepción de esas excursiones suyas. Creo que esto lo hemos deseado todos alguna vez, pocas veces lo hemos podido llevar a cabo con el grado de fluidez que en nuestra mente se reproduce dicho anhelo. Pero la libreta que no falte.

Deleitó pues con cuatro o cinco poemas de este último proyecto materializado y, escuchando sus versos de la cotidianidad llevados a la precisión del buen construir arte, dejó constancia de lo que su obra puede aportar: lenguaje y viaje. Literatura propia, eso es y eso ofrece este autor de largo recorrido vital y profesional.



viernes, 19 de marzo de 2021

Dignificación y despedida plena a nuestros antepasados para digerir, hacer justicia, conservar memoria histórica y continuar


Siempre abogo por una profunda sonrisa para vincularnos, pero ayer Jorge Delgado Mora nos arropó con un tema escabroso y delicado que nos conectó a todos los presentes mediante otra manifestación fisiológica: las lágrimas. Y fuimos verdaderos espejos unos de otros, cada uno con sus historias -o más bien con las historias de padres y abuelos que sufrieron la guerra-.

Fue tremendamente conmovedor lo vivido en esta ocasión en la tertulia de Juan Jose Moragrega, esta vez mucho más que una tertulia. Jorge nos emocionó con su testimonio: por sus cipreses como último paisaje antes de morir y su sensación de recibir ese disparo al ser fusilado. Sí, él, porque en sus carnes pudo vivir, a través del lazo genético con su abuelo, lo que un día realmente tuvo que vivir este antepasado suyo por la dichosa guerra. El escalofrío de Jorge al saber que sus pies, por fin, tocaron la tierra en la cual su familiar está enterrado, el estar frente a aquellos cipreses e interiorizar que esa fue la última estampa que vio su abuelo, la satisfacción y liberación emocional al ver que ya tiene un lugar con el nombre de su familiar... Ahora sólo desea que los restos de su abuelo se trasladen a ese lugar donde se le hace memoria justa.

Me impactó ver la repercusión que aún tiene en nuestras vidas lo que ocurrió, aquí en España y fuera. Porque esto no trata de naciones o bandos, o no debería tratarse de ello. Me impactó, como digo, porque fui testigo de que todos los asistentes, con vidas y caminos tan dispares, teníamos una cruda historia familiar que giraba en torno a este suceso social. Yo no pude evitar regresar a aquella investigación que realicé sobre mi abuelo paterno. Jorge me devolvió el olor de esa casa, el movimiento de la mecedora en la cual estaba sentado mientras rememoraba, por mí, todo lo que dañó su mente siendo tan solo un niño... Para quien desee indagar más en la historia de mi abuelo paterno en la guerra, que ya falleció en 2018, aquí dejo el enlace (disculpad posibles mejoras de redacción, lo escribí con 18 años)

A lo largo del tan sentido encuentro, se combinaron todos esos testimonios con el recitar de poemas. Así, pudimos transformar en arte todas las sensaciones que nos invadieron. Lo hizo el propio Jorge dejando sus versos en voz de José Luis García, lo hizo Sandy Garcia con una poesía dedicada a su padre, y lo hizo Antonio Infante Gómez como colofón redondo materializando emoción hasta el último segundo de la reunión.

HUMANIDAD, QUE PARA ESO SOMOS HUMANOS

viernes, 12 de marzo de 2021

Neoyorkina en la forma de trabajar, española en la forma de vivir, soriana en cuanto a principios y andaluza para bailar


Así se define Sandy Garcia, una artista que se considera, por encima de todo, auténtica. Una persona a la que le gusta la belleza que posee cada instante, una persona que captura esa estética de escasa superficialidad a través de la fotografía, de la escritura o del diálogo con el silencio en el epicentro del bullicio.

En la tertulia de Juan Jose Moragrega de este jueves, me quedé con muchas cosas, pero me identifiqué abruptamente con dos: con la inclinación hacia la introspección y con la permanente observación desde un ángulo único por ser propio. Coincidí en cómo ve Sandy, en su día a día, estas dos impulsividades artístico-humanas. Crecer mirando, enriquecerse dejándonos ser. Ser fundamentándose en sus cincos dedos de la mano: respeto, responsabilidad, honor, consecuencias y verdad.

También hubo tiempo para indagar en el contraste de la ponente en su faceta financiera chocante, quizá, con esa sensibilidad hacia el arte. Pero es que, como ella misma se percibe, Sandy alberga creatividad tanto caminando entre las artes como paseando por las ciencias. Porque es una mujer diversa, porque en sus poesía no cabe duda que existen números.

Y, como no podía ser de otro modo un 11M, dedicamos unos minutos a homenajear a todas las víctimas de aquel fatídico día en el 2004. No hay nada más valioso, más preciado, que la vida. Y nadie tiene derecho ni motivos para arrebatársela a otros. Recordar es luchar para intentar que actos así jamás se repitan a ninguna escala.

Para concluir, Sandy nos brindó esa nota de humor imprescindible mediante Cantinflas. Que no nos falte una carcajada, que el dolor no se empodere hasta el punto de la seriedad eterna.

miércoles, 10 de marzo de 2021

Arte leonés, recitales poéticos llueva, nieve o haga calor, y piano traslador


Marta Muñiz Rueda, una mujer valiente y que supura arte por todos sus poros materializándolo a través de diversos títulos literarios publicados, como "Anna y las estrellas" o "Tiempo de cerezas", mientras deleita con conciertos de piano siempre y cuando sus partituras no jueguen al escondite.

Tocando, así abrió y cerró la tertulia de este martes. En la primera me envolvió, con el tango final me trasladó. Mis brazos de pronto permitían deslizar a mis manos por las teclas del piano, por su vida melódica de un plano superior. A tal estímulo colaboró improvisadamente Javier Del Prado Biezma simulando tocar cada acorde, entonces ya sí fue inevitable sentir que todos lo tocamos al unísono.

Pero no fue el único momento de enlazarme con la artista, también sucedió mediante el nexo de poesía-naturaleza. Porque, como ya adelantaba el título de esta publicación, nos contó sobre maravillosos encuentros poéticos los cuales se producían en la calle fuese cual fuese la estación. E imaginarme a un grupo de personas recitando sin permitir que la lluvia, el frío o el calor les restase voz, me poseyó como si fuese un ente abstracto entre ellos disfrutando, simplemente, del arte sin ataduras, del arte libre y profundamente pasional, del arte puro.

Entonces surgieron artistas leoneses, bastantes de hecho, ninguno se quería escapar. Tampoco podía ausentarse pues Antonio Gamoneda, del que Marta nos dibujó mentalmente como esa persona ya de edad elevada pero de indudable vena poética con tan solo su presencia. Y recordé su "Cecilia", volví incluso a sus versos. Fue como saludarle en persona, saludar a un autor al que leí, gracias a proyectarle con la cercanía que lo hizo Marta.

No sé si podré ir pronto a conocer rincones de León, pero mientras tanto lo haré de forma astral adentrándome entre colectivos artísticos al aire libre y pianos cuya morfologías y detalles decorativos me invitan a tocar. ¿El qué? Voy a averiguarlo...



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