Siempre, desde que tu aura alimenta la mía, los amaneceres grises se convierten en luz plena y radiante. Siempre, por empeñarte en seguir aferrada a mis pensamientos, las complicaciones de la vida son más sencillas. Siempre, cuando una bonita palabra me es regalada por tu ser, una dosis de vitalidad se impregna en mi esencia. Siempre, al volar metafóricamente y llegar hasta mí mediante tus demostraciones de afecto, confirmo lo mágica que eres. Siempre, con tu permiso concedido para proporcionarte consejos, mi existencia encuentra sentido. Siempre, si tu persona comparte una nueva cara positiva lanzada en dirección a éste que escribe, el portal de mi cuerpo la absorbe, valora y guarda en una porción dedicada a ti. Siempre, echándote de menos mientras observo a tu ausencia, tengo la certeza de que nuestros recuerdos conjuntos tienden a ser mejor valorados que el resto por mi mente. Siempre, consecuente de tu personalidad y buen humor, logras que mi rostro dibuje una sonrisa irrepetible. Siempre, recibiendo tu imagen en mi cerebro, comprendo que eres la mejor actualización creada basada en la belleza. Siempre, intentando hallar la definición exacta de la palabra amor, surge tu nombre.
Toujours, avec toi, toujours.
