Abrió la veda de estos regalos navideños al alma él, Justo Sotelo, quien ya me sorprendió con una llamada telefónica para expresarme sus percepciones sobre el poemario. Pero es que, pasados unos días en el inicio de este mes que deja al 2.021 en el recuerdo, me encuentro con una entrada en su blog y redes recopilando los puntos a tener más en cuenta de la aquella conversación. A continuación, os dejo sus palabras que a mí me servirá releer aquí para valorarme y para seguir creciendo sin despistarme:
"Cartas a un joven poeta".
Hoy quiero hablar de Abel Jara Romero. Lo conocí el mes de marzo de 2019 en un acto en Vallecas "contra la violencia de género", que cerré yo. Como hago tantas veces, me bajé del escenario, me situé junto al público y, tras nombrar a los poetas que habían intervenido, hablé de la evolución de los Derechos Humanos desde el siglo XVIII. Se me acercó un muchacho en silla de ruedas. Me dijo que me leía siempre en las redes sociales y que también estaba escribiendo una novela; incluso había acabado un libro de poemas. Le gustaría venir a mi tertulia del "Café Gijón", con la ayuda de su madre, pues viven en Vallecas. Y cosas de esta vida, esto ha sido posible cada martes (ayer hicimos puente, ya que, desde siempre, la tertulia se adapta a mi calendario de la Universidad) por culpa de la pandemia. Seguí los consejos de una antigua tertuliana, la procuradora Pilar Azorín, mamá de uno de mis ex alumnos, y transformé la tertulia en virtual desde abril de 2020.
Abel acaba de publicar el libro de poemas, y me lo envió hace unos días. Este sábado pasado tuvimos una larga conversación, donde le comenté la interesante primera parte del libro y mencioné autores que no debe dejar de leer, Machado, Juan Ramón Jiménez, Lorca, Cernuda, Eliot, Pound, Stevens, Rilke y esas cartas a un joven poeta que me hicieron feliz cuando cayeron en mis manos a los 17 años. Esta obra reúne la correspondencia que el autor de "Las elegías de Duino" mantuvo con un joven poeta desconocido, llamado Franz X. Kappus. Se habían conocido en la academia militar de Sankt Pölten (Austria) y compartían hondas preocupaciones existenciales, como la verdadera vocación del poeta. Rilke reflexiona en las cartas sobre la esencia de la poesía, pero también sobre otras cuestiones como el dolor, la soledad o el amor.
Para terminar la conversación dije a Abel: "Brindo por tu inteligencia y por los nuevos libros que continuarás escribiendo".
Ahora me tomo el primer café de la mañana escuchando una obra que adoraba Rilke, y yo también. Y qué mejor que hacerlo de la mano de Eliot Gardiner desde el Albert Hall:
Con esta declamación eternamente atesorada, apareció la segunda sorpresa de esta primera quincena del mes luminoso.
Temblor acompañado de sonrisa nerviosa, eso fue lo que en mi cuerpo se manifestó mientras descubría cada segundo de este cuidado y delicado vídeo con alma.
José Luis García es el artífice, un magnífico ser que me sorprendió con sus palabras previas a recitar dos de mis poemas. Qué privilegio, qué gran regalo navideño, literario y existencial de una voz que escucho cada viernes, y en algún que otro audio de WhatsApp informal, por poseer el don de continuar erizándome la piel con su experiencia, emoción, dedicación y verdad.
Minucioso, detallista. No tan solo en la profundidad de sus palabras brindadas, también en lo visual. Aparece el dios del viento, Eolo, haciendo a la rosa de los vientos de un soplido orientar. Sus gestos al hablar, sus pausas, su tempo, su forma de a la cámara mirar. Elementos implantados, trabajados, pero que precisan al mismo tiempo, como él bien de origen tiene, naturalidad. Por eso llega, por todo este conjunto transmite.
Así que no me alargo más, le mando un abrazo amigo virtual. Dejad a un lado distracciones, abstraeos unos minutos de la realidad, para dejaros por su magia arrasar.
GRACIAS.
Ejemplar en el escritorio de José Carlos Rodrigo Breto. |
Somos muchos los que, siendo amantes de la buena literatura, seguimos en redes a esta personita cuyo don es el de divulgar en tan solo 59 segundos todas esas obras que lee y considera dignas de difusión. A mí, para empezar, ya me hizo ilusión que en el pie de esta foto que subió, me dedicase las siguientes palabras:
¡Nuevo libro llega a casa! En esta ocasión es “La subversión de los vientos”, un poemario que recibo por cortesía de su autor Abel Jara Romero y editado por Entrelíneas Editores. De momento, soy uno de esos “desapercibido sapiens” a los que Abel dedica globalmente su libro, que entiendo como humano despistado que ahora tal vez se encuentre con esta lectura. Luego está la dedicatoria personal, afectuosa, pero de eso no os voy a hablar, eso me lo guardo. Muchas gracias, Abel.
Desde este humilde rincón web, dar las gracias a estos tres seres de las letras y también a cada una de las personas que, no siendo tan visibles, me inundan el alma de emociones inesperadas con sus gestos, dedicación y creyendo en mí más que yo mismo. Un abrazo enorme, ¡FELIZ NAVIDAD, FELIZ VIDA!
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Abel Jara Romero