¡Qué obsesión con ganarle la batalla al tiempo! Que no, que el tiempo no es ajeno. Está en nosotros, lo somos. No es cuestión de vivir rápido, tampoco de morirse de aburrimiento.
La longevidad la lleva persiguiendo el ser humano desde tiempos inmemoriables, desde la cuna de su existencia. Para ello, incluso en nuestros actuales tiempos, tanteamos entre ser nómadas o sedentarios, aunque con el urbanismo esté clara la tendencia. También nos empeñamos en crear fórmulas mágicas que interfieran en el organismo que nos acompaña, lo hacemos a través de la química y hasta de la tecnología. Pero algo seguiremos haciendo mal... no he visto a ningún árbol en un laboratorio ni en instalaciones de aspecto megafuturistas, lo son en sí mismos desde el subsuelo hasta la rama más cercana al cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sentimentaloides, vuestra opinión me es muy importante. Gracias por cada comentario pero, por favor, hacedlo con respeto hacia mí y hacia los demás lectores.
Abel Jara Romero