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viernes, 27 de mayo de 2011

Una vida sobre ruedas (3ªparte)

En esta tercera parte me centraré en una situación con la que tengo que convivir cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo... Pero de la que saco siempre las buenas cosas porque ¿no es mejor ver los pros que se le puede sacar que los contras? Así que empezaré desde donde lo dejé en la anterior entrada...

Un año más tarde del nacimiento de mi hermana, me alegró la vida lo que iba a ser mi primera silla de ruedas manejable por mí mismo, con tan solo cinco años. La cogí con muchas ganas, por primera vez supe lo que significaba la palabra independiente. Desde entonces, he tenido cinco modelos de sillas diferentes. 

Si algo me gusta verdaderamente hacer y no paro de hacer es ir siempre al máximo, en cada curva, en cada espacio estrecho, en espacios abiertos… Es tal la obsesión que me he hecho veterano en las carreras de sillas de ruedas oficiales. He corrido en varias ocasiones en un evento que se realiza cada año en la manzana del campo del Rayo Vallecano denominado Carreras Memorial Nicolás Leal. Un evento en el que se reúne una gran masa de más de cien personas para pasar un buen rato corriendo. 

El primer año que me presenté, fui campeón de la categoría de sillas de ruedas eléctricas ganando mi primera copa y un cheque de diez mil pesetas pero lo mejor del día fue cuando el canal de televisión, Telemadrid, se acercó a mí para preguntarme como me sentía por una victoria así. En ese momento me sentí hecho todo un Fernando Alonso.  Poseo un total de cuatro copas, seis medallas y un diploma. Una de las copas obtenidas fue especialmente emocionante recibirlas, ya que me fue entregada por la periodista Nieves Herrero. 

Por aquel entonces yo ya estaba en el colegio donde me tiré diez largos años y del que me llevo muy buenos momentos. Durante la mayor parte de este período, mi vida estaba partida en dos, por la mañana me encontraba en el colegio y por las tardes iba al Hospital Niño Jesús a que me movilizaran y a ejercitarme nadando. En el hospital pase momentos buenos y divertidos, sobre todo en la piscina donde yo mismo me retaba y lograba mis retos. También pasé momentos muy dolorosos que no olvidaré nunca pero que los compensaba la buenísima gente que conocía allí.


Decir que me hubiese gustado poner fotos mías en las diferentes sillas que he tenido pero no poseo ninguna a mano. Así que pongo estas que muestran la alegría que sentí al poder controlar mi propio movimiento. Espero que os haya gustado. Mañana tendréis la cuarta parte de esta saga tan especial para mí.  

1 comentario:

  1. Abel, fantástico blog (soy editor de pulguitaatodogas); me permito un par de notas:
    - los comentarios de F1 no están activos, pero te digo aquí que esa salida de Alonso en el GP de España ha sido de las de enmarcar (tú ya lo has hecho con youtube) y en Mónaco ya ves, por ahora primero (esperemos que no le pase lo del año pasado y que el mañana tenga un buen día);
    - no he podido hacerme seguidor porque no tienes activo un gadget y no se de otra forma; añado un link a mi blog para seguirte ahora de cerca: así que me pongo a tu rebufo para continuar leyendo sobre tu vida y, más que nada, sobre tus sentimientos.

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Sentimentaloides, vuestra opinión me es muy importante. Gracias por cada comentario pero, por favor, hacedlo con respeto hacia mí y hacia los demás lectores.

Abel Jara Romero

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