Tú que aún puedes leerme
unos favores has de hacerme.
Favores de vida, favores profundos,
favores imposibles por infortunio.
Tú que aún puedes leerme,
jamás dejes de sonreír.
Pues mi alma se llena de verte
risueña, contenta y feliz.
Tú que aún puedes leerme,
déjame cumplir mi misión.
Andar ante ti, abuela, y verme
cumpliendo así una ilusión.
jamás dejes de sonreír.
Pues mi alma se llena de verte
risueña, contenta y feliz.
Tú que aún puedes leerme,
déjame cumplir mi misión.
Andar ante ti, abuela, y verme
cumpliendo así una ilusión.
Abel Jara Romero
Con tus primeras palabras ya he podido notar el cariño que tienes hacia tu abuela. Igual que tu, solo me queda mi abuela y tras leer esta hermosa entrada hacia ella, me has hecho recapacitar con los ojos llorosos de que debo ser más cariñoso con ella.
ResponderEliminarGracias por escribir estas pequeñas cosas que vale mucho la pena tío. Gracias y gracias, siempre que te leo haces que recapacite de mis hechos y sea mejor persona. Gracias, mil gracias!
Sí que la tengo un especial cariño, Jon. Y sí, hazlo, demuestra a tu abuela con hecho más que con palabras cuan importante es para ti. No permitas que un día puedas pensar: debí estar más con ella, darle más abrazos, hacer que se sintiese mejor...
EliminarY no me seas tontainas, gracias a ti por dejar que mis palabras puedan ayudarte realmente en tu propia vida. No sabes lo hermoso que es eso para mí.
Un abrazo enorme,
Escritor Sentimientos