Recuerdo, entre otros muchos que poseo, que una vez que fui a un pueblo desee que el maravilloso universo de estrellas que percibí, estuviese también en aquel rutinario Madrid donde yo, habitualmente, vivo.
Y es que, la noche es la otra cara del día. Y reconozcámoslo, la noche también tiene su belleza. Es cierto, es apagada y tenebrosa pero también es el momento en el que más tranquilidad se respira. Gracias a la noche, conciliamos mejor el sueño, estamos más tranquilos, soñamos, nos trasladamos a un mundo en el que todo es posible....
¿Qué siento yo acerca de la noche? Pues me siento menos estrenado. Siento que las noches son las que mas me ayudan a que me fluyan las ideas. Siento que la noche es la causante de que mi inspiración despierte.
La noche tiene muchas cosas buenas pero yo solo le pido que cada noche siga teniendo aquella inspiración a la que tan unida me siento. Y con ella, notar como mis dedos se mueven sin ninguna duda a la teclas indicadas para realizar los mejores escritos posibles. Y como no, ir superando dichos escritos cada noche.
Por último, decir que tengo en mente hacer algún tipo de relato largo con varios capítulos. Cosa que espero que os guste tanto como para que, con vuestros comentarios, me sigáis motivando a escribir más y más capítulos hasta llegar al fin de la historia.
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Abel Jara Romero