¿Te has visto envuelto/a en una doble vida propia en alguna etapa de tu existencia?¿Eres incluso tendente a ello? Pues entonces quizá te identifiques con esta obra teatral de finales del siglo XIX que, gracias a la gran traductora Victoria León -de nuestros tiempos- podemos leer en castellano.
Más allá de la trama, que quizá puede resultar predecible, intelectualmente básica y con un argumento que podría dar muchísimo más de sí con mayor profundidad, elementos y detalles, lo que para mí ha resultado el premio como lector, ha sido indagar en el camino, trabajo y pasión de la causante de leer este título en castellano. No por el idioma en sí, sino por visualizar el entusiasmo y persecución por parte de Victoria León para que una editorial actual apostase por publicar una traducción de un libro de 1880 que, aunque fue el precedente del exitoso "El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde", tampoco ha tenido mayor peso en la evolución de la literatura. No obstante, los orígenes son importantes, las esencias lo son, y por esa magia que suele cobijar lo que en apariencia puede resultar insustancial, es por lo que personalmente me decidí a leer esta obra de la que, por supuesto, he sacado su jugo.
Las expresiones en latín, tan distintas y ricas, que podemos perfectamente usar en el día a día de un modo distendido y cercano, han sido quizá el recurso más valorado para mí en sus páginas. También se ha de valorar que sea una publicación de dos amigos fieles al arte de crear con palabras. Henley hoy día sigue emocionando con su poema "Invictus". No es sencillo generar una obra en individual, por lo que en conjunto con otra mente y otro mundo emocional por cómplice que se sienta, es de admirar.
Concluyo agradeciendo de nuevo a Victoria León, a quien aún no tengo el placer de conocer de ningún modo, por hacernos llegar a los hispanoparlantes un trabajo recuperado y, también, la ilusión de indagar en el arte pasado como vía para elaborar arte presente.
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Abel Jara Romero