Quisiera mecerme en tu pelo, brillante y cómodo, cuando vuela empujado por el más perfecto viento. Bajar por el tobogán nasal de tu rostro cayendo en tus carnosos y sensuales labios. Y allí, en ese mundo desconocido, descubrir cada micromilésima probando poco a poco tu esencia hasta serme concedido el paso al más profundo rincón de tu alma.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sentimentaloides, vuestra opinión me es muy importante. Gracias por cada comentario pero, por favor, hacedlo con respeto hacia mí y hacia los demás lectores.
Abel Jara Romero