Del creador de una vida sobre ruedas (1ªparte) llega la segunda entrega...
En la anterior entrada me centré en mi nacimiento, pues bien, en esta segunda parte me centraré en los años posteriores. Empecemos...
Los primeros años fueron especialmente duros para mi familia. El motivo fue el descubrimiento de mi enfermedad y es que, si un niño ya trae dificultades a los que le rodean de por sí, yo les traje mayores aún.
No puedo imaginarme como se sintieron al ver que su propio hijo ni si quiera podía echar a gatear. El momento más duro que vivieron fue cuando un médico les dijo textualmente “¿Qué me habéis traído, un muñeco de trapo?” Ese momento fue como si a mis padres se les viniese encima la mayor catástrofe que pudiese existir.
Y es que, es normal porque yo es algo con lo que he nacido y por lo que me he acostumbrado a tener porque es lo que he tenido siempre pero ellos… Ellos se llevaron la mayor decepción de su vida. No digo que a mí no me afectase estar en la situación que me encuentro, claro que sí, pero los malos momentos que yo he pasado en conflicto con mi interior no se compara con lo mal que se han debido sentir mis padres al ver que su hijo no iba a poder tener las mismas oportunidades en la vida que los demás.
Pero como todo niño, también traje momentos alegres, como el día en el que dije mi primera palabra. Fue esa palabra que significa vida, AGUA. Ese líquido del que mayor porcentaje tenemos en nuestro organismo y del que no podemos prescindir.
En la anterior entrada me centré en mi nacimiento, pues bien, en esta segunda parte me centraré en los años posteriores. Empecemos...
Los primeros años fueron especialmente duros para mi familia. El motivo fue el descubrimiento de mi enfermedad y es que, si un niño ya trae dificultades a los que le rodean de por sí, yo les traje mayores aún.
No puedo imaginarme como se sintieron al ver que su propio hijo ni si quiera podía echar a gatear. El momento más duro que vivieron fue cuando un médico les dijo textualmente “¿Qué me habéis traído, un muñeco de trapo?” Ese momento fue como si a mis padres se les viniese encima la mayor catástrofe que pudiese existir.
Y es que, es normal porque yo es algo con lo que he nacido y por lo que me he acostumbrado a tener porque es lo que he tenido siempre pero ellos… Ellos se llevaron la mayor decepción de su vida. No digo que a mí no me afectase estar en la situación que me encuentro, claro que sí, pero los malos momentos que yo he pasado en conflicto con mi interior no se compara con lo mal que se han debido sentir mis padres al ver que su hijo no iba a poder tener las mismas oportunidades en la vida que los demás.
Pero como todo niño, también traje momentos alegres, como el día en el que dije mi primera palabra. Fue esa palabra que significa vida, AGUA. Ese líquido del que mayor porcentaje tenemos en nuestro organismo y del que no podemos prescindir.
Así que, hasta el nacimiento de mi hermana Esther después de cuatro años de mi nacimiento (1996), todo fueron médicos, rehabilitación, búsqueda de información… Pero como digo, el nacimiento de mi hermana fue algo que necesitábamos todos. Yo con cuatro años viví muy intensamente el nacimiento de mi hermana. Recuerdo aquellas tardes soleadas en las que yo le hablaba a la tripa de mi madre porque ella me decía que me escuchaba y mi hermana me alegraba con solo sentir una pequeña vibración en mi mano producida por sus movimientos. Fue muy emocionante el poder cogerla cuando la vi por primera vez, desde ese momento supe que estaría muy unido a ella.
Como es obvio, esta entrada se la dedico a mi hermana. Esa chica que comenzó siendo la pequeñaja revoltosa que me mordía de la foto y ahora es una casi mujer. GRACIAS HERMANITA POR DEJARME VERTE CRECER.
asiq me la as dedicado amii!! :O me gusta muchoo!!!y mi foto ahii jaja tequierooo HERMANIITOOO :P
ResponderEliminarEssther